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RESPIRÉMONOS
Piensa en tu paisaje favorito…
Ahora imagina que estás allí…
Cierra los ojos y lo imaginarás mejor… entre abre los labios y separa los
dientes. No pienses en nada más… ahora, cualquier cosa que no sea respirar este
sueño, puede esperar. Deja que el aire entre en tu cuerpo y salga, entre y
salga, entre y salga… nada más, no tienes que hacer nada más, sólo dejar que la
naturaleza actúe, como ha hecho desde siempre, desde mucho antes que tú
existieras, desde mucho antes de que existiera el primer ser humano. Sólo deja
que el aire entre y salga, no tienes que hacer nada, solo dejar, permitir que
la vida, el mundo, entre y salga de tu cuerpo en forma de aire.

Ese aire ancestral, que está ahí desde que este planeta
decidió ser habitable. La materia, y el aire lo es, no se crea ni se destruye,
se transforma y ahora estás respirando el mismo aire que yo respiro, aunque
estemos a miles de kilómetros de distancia. Se transforma y nos transforma. Ese
aire que respiramos, siempre que quieras decir algo, estará ahí, para
convertirse en sonido y el sonido se transforma en palabras y las palabras son
lo que nos une a unos y a otros. Y esas palabras (¿recuerdas?) hace un momento
eran aire que tú y yo respiramos.
Cuando estoy frente a ti, no sólo respiro el mismo aire que
tú, te respiro a ti. Respiro tus sentimientos, tus emociones, tus ideas, tus
deseos, tus miedos, tus opiniones, tus razones, tus recuerdos. Si tus
sentimientos son puros, te respiro aire puro. Si tus sentimientos están
contaminados, respiro aire contaminado. Si respiras ira, yo respiro tu ira, si
respiras miedo, yo respiro tu miedo, si respiras sonrisas, yo respiro sonrisas,
si respiras mentiras, nuestra comunicación morirá asfixiada lentamente, sin
darnos apenas cuenta.
El placer de respirar aire puro. Sin prisas. Saboreando
todas esas emociones, sentimientos, ideas, opiniones, razones… conversando al
ritmo pausado de la inspiración. De vez en cuando un suspiro largo y reparador.
El suspiro es la voz del bienestar.
Una vez alguien me preguntó, “¿Qué es para ti la empatía?” y
mi respuesta salió del alma: “La empatía es respirarnos los unos a los otros”.
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