ECONOMÍA VITAL I
ECONOMIZAR= EVITAR
GASTO INNECESARIO DE DINERO, TIEMPO U OTRA COSA.
DESPILFARRO= GASTO
EXCESIVO DE TIEMPO, ENERGÍAS, MEDIOS, U OTRA COSA.
Cuando oímos hablar de economía
o despilfarro, lo asociamos, la mayoría de las veces, al dinero… pero, hay
muchísimas cosas que malgastamos y que a medio o largo plazo nos van a pasar
factura.
Invito a
reflexionar sobre el malgasto, el despilfarro de esfuerzo, de energía, de
trabajo, de emociones y sentimientos, de aire, de latidos, de cansancio, de
odio, de mala leche, de indignación, de enfado, de preocupaciones, de miedos,
de “mañana lo haré” y de tantas y tantas cosas que, usadas en exceso, pueden
ocasionar efectos secundarios peligrosos y patológicos.
El tema,
parece que no, pero da para mucho, así que economizaré y seré lo más sintético
posible, pero animando y motivando a que, quien quiera seguir investigando, lo
haga.
Etimológicamente
ECONOMÍA viene de 2 palabras griegas: OIKÓS y NOMOS. Oikós significa casa y
nomos, ley. Casa en el sentido de patrimonio y ley en el sentido de
administración, por lo que el significado sería: ADMINISTRACIÓN DEL PATRIMONIO,
y el objetivo de la administración del patrimonio es la conservación,
preservación y, en su caso, su incremento. Este artículo va dirigido al
patrimonio más personal, propio e intransferible: NUESTRO PROPIO SER, tanto físico
como mental o emocional y cuya administración también debe perseguir el
objetivo de conservar nuestro cuerpo y nuestra mente ágil, despierta, abierta,
porosa y libre, preservarlos para que trabajen juntos en nuestro propio
beneficio e incrementarlo, es decir crecer, evolucionar y avanzar.
No me gusta
meterme en veredas que no conozco, vamos, hablar de lo que no sé, así que, como
siempre hablaré mucho más de mi experiencia, mis observaciones hacia mí mismo y
mis semejantes y, como siempre también y para no perdernos, este artículo va de
comunicarse, algo que hacemos siempre, incluso cuando dormimos.
Y es que la
base de todo está en EL EQUILIBRIO, entendido como “la proporción adecuada en
la distribución de los elementos que constituyen una cosa”. PROPORCIÓN,
preciosa palabra que procede del latín, estando su origen en la palabra:
PROPORTIO, que consiste en la correspondencia, equilibrio o simetría que existe
entre los componentes de un todo. Una vez, un barman me dijo: “Hacer un coctel
no consiste en mezclar bebidas con más o menos éxito. Sino combinarlas en su justo equilibrio, en
su justa proporción. Sin poner ni una gota de más ni una de menos de cada uno de
los ingredientes”.
Ni una gota de más,
ni una de menos. Repito esto para dejar claro que para mí, economizar no es
poner una gota menos, eso es racanear, sino poner las estrictamente necesarias.
Vamos a
centrarnos, como he dicho en el cuerpo y la mente. En el ámbito del cuerpo
vamos a ver cuestiones de movilidad, posturales, etc y del mecanismo de la
respiración y todo lo que aporta, además de evitar que muramos asfixiados. Del
ámbito de la mente hablaremos de las emociones, del estímulo y de las reacciones
a los estímulos, de la escucha y de la no escucha, de la acción y de la
reacción.
Complejo y para escribir un libro… bueno no lo descarto, sirva esto
como aperitivo.
Pues bien,
veamos qué pasa con nuestro cuerpo en primer lugar.
Lo primero
que me viene a la cabeza es nuestra postura vertical apoyada sobre la base de
nuestros pies, una postura que nos convirtió en lo que somos y nos hizo
evolucionar. Debemos tener en cuenta que antes de ponernos sobre nuestros pies,
caminábamos a cuatro patas. El diseño de nuestro cuerpo cambió; y con él el
diseño de nuestro mundo también cambió.
Nuestras manos quedaron libres de la
acción de desplazarse y no creo que sea necesario decir todo lo que aprendimos
a hacer con ellas, tanto lo bueno como lo malo. Ese nuevo diseño, en el que
todo nuestro cuerpo descansa sobre una superficie tan pequeña como son nuestros
pies en relación con el cuerpo, se basa enteramente en el equilibrio, o sea,
“la proporción adecuada en la distribución de los elementos que constituyen una
cosa”, y en este caso, la cosa es nuestro cuerpo.
Nuestro
cuerpo es lo que somos, es lo que ven los demás, es con lo que sentimos el
mundo y el mundo nos siente. Y es lo que más castigamos.
Como yo ahora, escribiendo esto... Nota para mi: Ojo, tío...
Muchas actividades que
desarrollamos las hacemos contra natura, contra la lógica natural de nuestro
cuerpo. No porque no haya otra manera, sino porque nadie nos ha enseñado a
manejar nuestro cuerpo para hacer el mínimo esfuerzo necesario para conseguir
el máximo rendimiento. O simplemente usar las posturas adecuadas, los movimientos
adecuados, el ritmo, la energía que se debe invertir, etc. Eso no se enseña en
las distintas ofertas formativas que pululan por doquier. Nos enseñan a coger
un martillo, pero no nos enseñan a golpear de manera que un golpe equivalga a
tres. Nos enseñan a golpear moviendo desde el codo hasta mano, pero ¿y si
golpeamos desde el hombro… o desde la cintura… o con todo nuestro cuerpo
concentrado en esa acción? Lo que hace nuestro codo, él solo, lo puede hacer
ayudado por las demás partes del cuerpo.
Un ejemplo cotidiano para
comprenderlo, aunque está muy usado: levantar peso desde el suelo, ¿doblando la
cintura y ejerciendo toda la fuerza sobre los músculos lumbares, o en vertical,
doblando las rodillas y ejerciendo la fuerza desde las piernas?
Nuestro cuerpo
es una máquina perfecta, pero si la usamos mal, se estropea. Y lo peor es que
ese mal uso se hereda de padres a hijos, como si fuera en el ADN, igual que las
enfermedades hereditarias. Mucho de ese mal uso, de esa autotortura, de ese
castigo que infringimos a nuestro cuerpo tiene su origen en la educación, la
cultura y la sociedad. La misma postura vertical está viciada por ese aspecto
cultural que se aleja de lo natural. Economizar es reconciliarse con la
naturaleza, porque la Naturaleza es una maestra de la economía, de la
administración del patrimonio, del OIKÓS NOMOS. Solo cuando la mano del hombre
rompe el equilibrio natural de las cosas, la naturaleza se rebela y nos lo
premia con micro o macro apocalipsis en forma de desastres naturales. La cultura,
la educación mal entendida, las modas… Recuerdo que allá por los 80, finales,
quizás, y no sé si se dio solo en mi zona, se puso de moda lo que yo y algunos
más llamábamos “El síndrome del hombre que ha perdido el caballo”. Consistía
esta moda en caminar al estilo cowboy.
Rodillas hacia afuera, puntas de pies
hacia afuera, arqueando las piernas y caminando a lo Clint Eastwood en “Jinete
Pálido” o alguna de esas. Caminaban lentos, como si les sonaran las espuelas y
las pistolas bailaran en el cinto. Algunos lo hacían bien y daban el pego (sin
que aun así, no dejara de ser un comportamiento ridículo), otros parecían una
copia surrealista de Charlot y otros… parecían una esparraguera aplastada por
una manada de jabalíes. Esa manera de caminar llevó a muchos jóvenes de los 80
a cargar con una columna desviada y muchos problemas de rodillas y espalda, ya
que el peso del cuerpo recaía sobre las rodillas que, además trabajaban en
contra de la lógica de su articulación y el eje del equilibrio corporal estaba
desplazado.
¿Hay alguna
colocación natural del cuerpo?
Sí. Podemos llamarla postura en reposo activo,
en el eje del equilibrio corporal. Muchos lo llaman postura neutral, pero yo
pienso que en la naturaleza no hay nada neutro. Es la posición en vertical que
respeta la lógica de cada segmento corporal y de cada articulación, reflejando
el equilibrio y la armonía. Vamos a verla. Sólo un matiz, depende de quién te
hable de esto o de la actividad que vas a desarrollar, te dirán una u otra
cosa. La que yo voy a explicar recoge las que a mí me han parecido más lógicas,
naturales y eficaces, como siempre, mi consejo es la AUTOOBSERVACIÓN, porque
cada cuerpo es un mundo y no se puede generalizar. Es imprescindible sentir las
propias percepciones, lo que pasa en nuestro ser, cómo lo entendemos, cómo lo
vivimos. Como siempre digo: huir de los iluminados, de las disciplinas
“autoritarias de los gurús”, todo tiene una base física y científica. Lo
místico y espiritual está muy bien y lo respeto, pero cuidado con las PAMPLINAS
y MENTIRAS, y contra esto hay que poner en marcha la INFORMACIÓN Y el AUTOCONOCIMIENTO.
Empecemos, pues:
Nos ponemos
de pie y hacemos un repaso “mental” de cómo está nuestro cuerpo:
·
¿Cómo están mis pies: hacia a dentro, hacia
afuera, paralelos, noto la presión fuera del empeine o dentro…?
·
¿Y mis rodillas: están apretadas o sueltas,
flexionadas o tensas…?
·
Mi pelvis: ¿está hacia delante o hacia atrás?
·
Y así voy revisando cada segmento, abdomen,
pecho, hombros, cuello… ¿Tengo un hombro más alto que el otro? ¿El cuello está
hacia delante o hacia atrás? Etc. Observa. No es necesario espejo, incluso es
aconsejable hacerlo sin él, aprendiendo a visualizar, a sentir desde dentro,
percibiéndolo sin necesidad de verlo. Pero si las primeras veces lo necesitas,
ponte frente a un espejo.
PRIMERO: LOS PIES.
1.
SEPARACIÓN ENTRE ELLOS: la anchura de tus
caderas es una buena referencia para marcar esa distancia entre ambos pies.
Incluso puede ser un poco menos. Algunos dicen que la distancia puede marcarse
colocando tu puño horizontalmente entre ellos. Para mí me vale con la
referencia de las caderas.
2.
APOYO: el llamado TRIÁNGULO DE APOYO PLANTAR o
TRÍPODE PLANTAR: punto posterior: hueso calcáneo; 2 puntos anteriores: interno:
cabeza del 1er metatarsiano y exterior: cabeza 5º metatarsiano. O para
entendernos: almohadilla del dedo gordo, almohadilla del dedo meñique y talón.
Tenemos que sentir estos tres puntos apoyados en el suelo y que nuestro peso se
distribuye en esos tres puntos. (Ideal probarlo descalzos)
3.
POSICIÓN: lo ideal es que los pies estén
paralelos, ni abiertos, ni cerrados. Esto es lo que más cuesta a muchas
personas, ya que hemos creado desde pequeños la falsa percepción de comodidad y
naturalidad teniendo los pies apuntando hacia afuera o hacia adentro.
Subimos a las RODILLAS:
1.
COLOCACIÓN: deben “mirar al frente”, es decir,
ni hacia afuera, ni hacia adentro. Si hemos colocado bien los pies, la
colocación de las rodillas, si no hay ningún problema anatómico, casi nos la
regalan, viene sola.
2.
LIGERAMENTE FLEXIONADAS. Al principio es bueno
exagerar un poco la flexión, para notarlo, pero la tendencia debe ser que esa
flexión sea apenas perceptible. Nunca debemos notar tirantez por la parte
posterior de la rodilla.
Seguimos por cintura y pelvis.
En esta
zona se encuentra la “zona cero” de los tabúes, represiones e influencias
sociales, culturales y educacionales: el sexo. Muchas mujeres en un intento de
esconder la zona genital, bascula la pelvis hacia atrás, exagerando la curva
lumbar con las dolorosas consecuencias que conlleva en muchos casos. Muchos
hombres, para marcar su masculinidad, basculan la pelvis hacia adelante,
afectando a la curva lumbar… recuerda la postura del síndrome del hombre que ha
perdido su caballo. También, tanto en hombres y mujeres se da el caso inverso
de mostrar y esconder. El caso es que la pelvis pierde su posición natural y yo
pienso que viene dado por este tema al que he llamado “zona cero”. No se
interprete esto mal. Cada cuerpo es un mundo y cada pelvis es un mundo también,
porque cada persona es un mundo también… pero aprovecho para decir que coartar
o autocoartar la libertad sexual de cada persona es una falta de respeto y un
ataque a la intimidad del individuo. Vamos a lo nuestro:
Si se
pudiera trazar una línea desde el punto central entre nuestras piernas hasta el
suelo, esta línea caería entre nuestros empeines. Es decir la pelvis debe estar
centrada, ni basculada hacia adelante ni hacia atrás.
ABDOMEN: lo
que cotidianamente llamamos “tripa” y que por una cuestión de estética
intentamos esconder hacia adentro, creando muchas tensiones. Bueno, si debemos
esconder tripa, quizás deberíamos prestar atención a nuestra dieta, siempre
supervisada médicamente. Tampoco se trata de dejarla “floja”. Debemos ayudar a
sujetar la parte superior del cuerpo, sujeción que debemos hacer desde los
músculos abdominales y lumbares. Debemos dejar libre el diafragma para poder
respirar de una manera eficaz, por ello no debe estar tensa y mucho menos por
cuestiones estéticas. Estamos colocando nuestro cuerpo de forma natural, no
vamos a desfilar por la pasarela ni a bailar “El lago de los cisnes”.
Nos vamos acercando
al “Triangulo de las Bermudas” de las tensiones corporales: los hombros y el
cuello. Son muchas las razones por las que los hombros y el cuello están en
perpetua tensión y es bueno que cada uno y cada una, reflexione sobre las
posibles causas. Hay de muchas clases: estéticas, educacionales, neurológicas,
posturales… En mi caso por ejemplo: cuando era adolescente, tenía la “falsa
percepción” de que era estrecho de espaldas, lo que me daba un aspecto de
persona poco atlética y más bien debilucha (eso creía). Para remediar esto, en
los años 80, me puse hombreras hasta en los calzoncillos, estaba de moda y me
sentía bien. Cuando, afortunadamente, al moda pasó y estaba mal visto llevar
hombreras, entonces mi tendencia fue a ir con los hombros hacia arriba sacando
pecho (¿visualizas la postura?)
Bien, vamos
a colocarlos: lo ideal es que los hombros estén bajos sin apretar. Simplemente
relajados, dejados caer en su articulación. Ni hacia delante, ni hacia atrás.
Para acabar, un poco separados, que haya aire en los sobacos, para dejar
espacio a los pulmones para poder respirar bien por la zona costal.
¡CUELLO! Es
quien sujeta la cabeza, que a su vez, alberga al único órgano de nuestro cuerpo
que tiene conciencia de sí mismo, que sabe que existe, y que es capaz de hacer
cualquier cosa por seguir existiendo… hasta dejar de existir si es necesario:
EL CEREBRO. Esa gran responsabilidad de nuestro cuello le provoca “estrés
laboral agudo” y se tensiona, se envara… y, si te fijas, realmente no es para
tanto. La colocación del cuello es lógica, ni adelante, ni atrás y ligero. Haz
pequeños movimientos circulares… ¡PEQUEÑOOOOOOOOOOOOS! Hay personas que para
relajar el cuello hacen movimientos como si fueran jirafas en celo o como yo
digo (con todo mi respeto a tan noble animal) “jirafa borracha”. No sirve.
Pequeño y placentero. Masajea. Hay una imagen que ayuda mucho, me la enseñaron
este verano cuando hacía un curso sobre el MÉTODO LINKLATER (método para la
búsqueda y práctica de la voz natural, 100% aconsejable): imagina que tu cabeza
es un globo de helio y flota. Con esta imagen, si la experimentas con un leve
movimiento, te ayuda a “hacer crecer la columna vertebral”, la cual, por pereza
o por la ley de la gravedad, tiende a ir hacia abajo y pegarse juntando
vértebra sobre vértebra.
La barbilla un poco hacia abajo y respira
profundamente y con calma.
Destruye y
vuelve a construir esta colocación varias veces, como si fueras una pila de
cajas que hay que colocar de manera que no se caiga. Esta postura debe de ser
relajada y te debe activar al mismo tiempo. Si sonara una música cualquiera,
deberías ser capaz de bailar libremente y poder mover cada segmento de tu cuerpo en libertad. Aunque los primeros
días te sentirás ortopédico e incómodo, la tendencia es todo lo contrario,
debes sentirte a gusto, cómodo y cómoda.
Además, ten
en cuenta que cuando estás a gusto, cómodo y cómoda y en paz tu organismo
genera endorfinas y, como sabes, se cree que las
endorfinas son muy eficaces para bloquear
la sensación de dolor, pero también trabajan para reducir
los niveles de estrés y apoyar al
sistema inmunológico. Las endorfinas controlan también las emociones. Cuando nos sentimos tristes, elevando los niveles de
endorfinas en nuestro cuerpo podemos mejorar nuestro estado de ánimo. Si
sentimos miedo, de manera similar las endorfinas permiten hacerle frente al
proporcionarnos una sensación
de euforia y calma. Además, no hay un solo tipo de endorfina,
de hecho hay por lo menos 20 tipos de una sola variedad llamada beta-endorfina, que ha
demostrado ser más
eficaz que la morfina en sus efectos en el organismo. Sin embargo, las
endorfinas tienen la ventaja de ser no adictivas, a diferencia de los fármacos
opiáceos como la morfina o la
codeína.
De momento lo dejamos aquí.
Practícalo, y si solo no puedes, acude a algún curso especializado o a los que
ofreceremos en nuestro ATELIER DEL DRAMA en Valencia a partir de Septiembre y
en algunas instituciones en distintas localidades. Mantente informado por este
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¡Gracias!
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