Vamos desplegando las velas y aferrando el timón para no perder el rumbo. Ahora me encuentro en pleno proceso de creación de un nuevo proyecto. Nervios, dudas, miedos y demás aspectos, digamos menos positivos, pero totalmente necesarios, ya que son los que nos ponen los pies en el suelo, los que nos hacen aferrarnos al timón y no perder ojo de la brújula y que, además, sumados a los vientos de la ilusión hacen que las velas engorden y empujen con brío el navío.


Cuando empiezo un nuevo proyecto es como si volviera a nacer. Es empezar de nuevo, pero con la experiencia de anteriores aventuras.
Vamos parando en los distintos puertos que nos vamos encontrando y allí intercambiamos mercancías, entregamos documentos, vamos pasando fases y etapas de este maravilloso viaje. Ahora haremos dos paradas en dos puertos, uno es este:


Y el otro este:


Cuesta mucho atracar en algunos puertos, es muy dificil llegar hasta ti y poder contarte que quiero que vengas y que formes parte de esto, más cuando esa baile que nos obligan a bailar nos lleva a desear actuar y no a desear formarme y descubrirme, pero sé que la insistencia y el no parar de trabajar van dando sus pequeñas recompensas.
El torbellino de la vida nos empuja a seguir unas sendas, muchas veces, incómodas de andar, pero que debemos andarlas porque hay que comer, porque hay que vivir, porque hay que… hacer. Y en cada cosa que hacemos se nos van quedando jirones de sueños, pedazos de deseos que vamos perdiendo, que vamos olvidando, trozos de anhelos que las fauces del día a día nos va arrancando con dolor algunas veces, sin darnos cuenta otras veces.
Somos actores, somos actrices, somos teatro, pero unos damos clase, otros servimos copas, otros hacemos piezas que poco o nada nos aportan, otros se desesperan por hincar el diente a una porción de lo poco que queda del pastel del teatro. Nos devora la vida, nos obliga a ser devorados. Si quieres sobrevivir, el precio que hay que pagar son tus propios sueños.
Flotando a duras penas, abrazado a un resto del naufragio para no hundirte, rodeado de tiburones de siniestra carcajada, con los músculos entumecidos por el agua y el frio, con la mente entumecida por la desesperanza, pensando cada dos por tres soltarte de la tabla y dejarte caer a los brazos de Poseidón.

Nosotros no seremos la solución, seguramente, pero queremos ser esa isla en medio del océano, ese oasis, ese lugar donde puedas descansar del huracán, donde puedas recobrar las fuerzas perdidas, los sueños perdidos, remendar tus deseos, investigar, sentir, soñar, aprender, reencontrar esa chispa que un día te iluminó el camino a seguir, el camino de la creación, del ARTE.

Nuestras puertas están abiertas para que encuentres con nosotros ese sitio donde se encuentra tu familia del teatro, donde se produzca el encuentro con la sencillez de las cosas, con la honestidad, con la creatividad. Un lugar donde podrás entrenar con otros actores y actrices que han venido a lo mismo que tú y con otros que han venido a descubrir por primera vez qué es esto que nos hace latir, que nos hace volar, que nos hace soñar… No importa de dónde vengas, qué has hecho, lo que nos importa es dónde quieres ir, qué quieres hacer.
Además crearemos y te ayudaremos a crear acercándote a los formadores más adecuados, asesorándote y orientándote.
Sabemos que no es fácil, que también nosotros haremos cosas que no nos gustan para poder poner en pie y mantener este proyecto, este sueño. Por ello pedimos tu ayuda y no hay mejor manera de ayudarnos que pasarte por el ATELIER DEL DRAMA y ser uno más de nosotros. O SI TIENES MUCHO DINERO Y QUIERES SER NUESTRO MECENAS...

Acabamos de celebrar con unos impresionantes actores y actrices nuestro primer curso de verano EL ARTE DE LA INTERPRETACIÓN, en el que hemos navegado por las aguas de LA GAVIOTA  de CHEJOV.
Ahora vamos a escuchar y a sentir LA VOZ SENTIDA con PRADO PINILLA, aún estás a tiempo de apuntarte por solo 120€.
En septiembre inauguraremos oficialmente EL ATELIER DEL DRAMA, organizaremos una jornada en la que nuestras puertas estarán abiertas para que nos conozcas, hablemos, sepas lo que queremos hacer y nosotros podamos saber qué quieres hacer. Picaremos algo, beberemos algo y hablaremos de teatro y de sueños y de la vida. Muchas sorpresas, ya lo verás.
VEN CON NOSOTROS
ATELIER DEL DRAMA, tu casa.


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